Hace unas semanas fuimos a conocer un lugar en Arabia al que denominan “The Edge of the World”. El borde del mundo. Ese lugar logró que me percatara que incluso los paisajes desérticos y rocosos tienen su propia belleza. En Chile contamos con una variedad enorme de climas y paisajes. Así como los bosques y lagos tienen su encanto, el desierto y el altiplano tienen lo suyo. Lo mismo ocurre en Arabia. Desierto y arena dan paso a grandes maravillas de la naturaleza y tuve el placer de conocer una de ellas.